Los públicos también crean. Procesos y caminos para la cocreación artística en Chile

Los nuevos enfoques en el Desarrollo de Públicos han impulsado el interés por promover y generar proyectos que involucren a los públicos con las artes y las culturas. Dentro de las estrategias, la cocreación artística puede ser una de las vías más efectivas y significativas para implicar a las comunidades. En este artículo introducimos los alcances de este concepto y compartimos algunos de los casos impulsados por los espacios culturales de la convocatoria 2020 para la elaboración de Planes de Desarrollo de Públicos.

Desde hace unos años el interés por los públicos se ha vuelto central en el quehacer de muchas organizaciones culturales y en el diseño de políticas públicas que aspiran avanzar hacia un modelo de democracia cultural[1]. Un giro que ha permitido derribar algunos paradigmas para relevar un rol activo de los públicos, buscando las maneras de involucrarlos y comprometerlos con las artes, las culturas y patrimonios, ya que, en tiempos de cambios, pareciera ser esta una tarea prioritaria y oportuna para construir sociedades más abiertas, plurales e inclusivas.

Entendido como un proceso estratégico, dinámico e interactivo, el Desarrollo de Públicos ha impulsado diversas metodologías y estrategias, que, según los propósitos y contextos particulares de cada país u organización, busca apostar por un enfoque transdisciplinar que sitúe a las personas al centro de las organizaciones culturales[2]. Es decir, incrementar la participación, diversificar los públicos e implicar comprometidamente a las personas a través de una gestión y programación cultural que sea de, con y para las comunidades.

De esta manera, una de las formas más oportunas y efectivas son las estrategias de implicación, las cuales proponen la apertura de espacios y plataformas de involucramiento activo de los públicos en la toma de decisiones, impulsando procesos horizontales de colaboración. Entre los formatos que se suelen usar en esta línea está la cocreación, la coproducción, la codifusión y la coprogramación.

Con algunas conexiones cercanas al arte relacional, la cultura del remix,  las lógicas del código abierto (Open Source) y el Desing Thinking, la cocreación en el campo artístico y cultural se caracteriza por facilitar los vínculos entre artistas y públicos que, conectados a un territorio y contexto, exploran y colaboran en un proceso creativo ligado a un interés común. Generalmente se trabaja conjuntamente en residencias o laboratorios en torno a experiencia, testimonios y memorias que los conecten o identifiquen. Además, favorece espacios horizontales de intercambio y transmisión de saberes entre las partes, y permite construir vínculos entre las y los participantes, donde el proceso es incluso más importante que el resultado.

En el último tiempo es posible observar cómo diversos colectivos artísticos, organizaciones y centros culturales en Chile se preocupan por impulsar, cada vez más, iniciativas que involucren a los públicos en los procesos de creación. Coros y grupos de danza ciudadanos, elencos municipales, wikitones, son algunas de las acciones que se han realizado. Así, en el marco de la convocatoria 2020 para la elaboración de Planes de Desarrollo de Públicos, el equipo de la Unidad de Programación y Desarrollo de Públicos acompañó con mentorías y capacitaciones a diecinueve espacios de seis regiones del país que, tras un profundo diagnóstico, generaron variadas estrategias para implicar a sus públicos, donde la cocreación de una obra artística fue extensamente implementada. La mayoría de los proyectos fueron ejecutados durante el primer semestre de 2021, y se caracterizaron por tener como eje principal la particularidad de sus comunidades y territorios, pero también debieron adecuarse al contexto sanitario incierto de la pandemia del Covid -19 que, si bien generó modificaciones, también estimuló nuevas formas de creación y conexión con los públicos. A continuación, compartimos algunas iniciativas que dan cuenta de la heterogeneidad y oportunidades de los métodos y estrategias de implicación, y que se podrán conocer en detalle en el I Encuentro Nacional de Desarrollo de Públicos, que se transmitirá en línea el 1 y 2 de septiembre, y cuyas inscripciones aún se encuentran abiertas.

La Casona Nemesio Antúnez, en el marco de su Festival de Cine Comunitario, FECICOM 2021, realizó la convocatoria Hagámosla corto con el objetivo de involucrar a sus públicos ocasionales relacionados a la oferta cinematográfica mediante la participación de talleres y la cocreación de tres cortometrajes: Bolero, El último zoom y Cine territorial. Por su parte el Centro Cultural San Antonio orientó su trabajo hacia dos públicos específicos: uno con jóvenes que, convocados a participar en una instancia de coprogramación, derivó en un ciclo de cine, un concurso de murales comunitarios y un Laboratorio de comunicaciones (C-Lab), que les permitió cocrear las cápsulas audiovisuales #Purotalento; y, el otro, con mujeres de la comunidad vecina, que cocrearon un montaje digital de teatro, danza y canto, que en tono de comedia integró experiencias personales de las participantes. 

Uniendo fotografía, audiovisual, instalación y performance, Insignias de Identidad es el resultado del proceso de creación colaborativa del Centro Experimental La Perrera Arte y la comunidad de vecinos y vecinas del espacio, que estimuló su creatividad mediante la elección de un objeto cotidiano y la escenificación libre del cuadro La Balsa de la Medusa, de Géricault.

Uno de los formatos que reaparecieron con fuerza en la pandemia fue el radioteatro. En el caso de los espacios culturales, el Centro Cultural Coyhaique impulsó una cocreación colectiva que involucró a personas de sectores lejanos de la comuna que, a través del rescate de su memoria territorial, realizaron la serie de radioteatro Zurciendo Relatos: Coyhaique versa con su territorio. La Sala Negra Juan Barattini Carvelli de la Universidad de Valparaíso, también cocreó un radioteatro con pobladoras del Cerro Mariposa Alto y egresadas de la Escuela de Teatro UV llamado Radioteatro Pasaje Uno.

En el campo de las artes escénicas, la creatividad, innovación participación no tuvieron límites. En este ámbito destaca MetroArte, organización que trabajó una pieza de danza audiovisual colaborativa con jóvenes que habitualmente ocupan la Estación Quinta Normal de la red de Metro para practicar sus coreografías. Junto al director artístico del Ballet Nacional Chileno (BANCH), Mathieu Guilhaumon, tres bailarines profesionales y 12 jóvenes, cocrearon Mosaico. También con foco en jóvenes y miembros de la comunidad escolar, el Centro de Extensión de Instituto Nacional generó una estrategia de fidelización a través de la cocreación de Laberintos de la memoria, una propuesta interdisciplinaria junto al colectivo Trimex, arquitectos de Lateral e integrantes del colectivo La Patogallina, que mezcla recorrido patrimonial, artes escénicas, música, audiovisual y nuevas tecnologías que aborda la historia del espacio.

El rol de los elencos comunales y municipales son prioritarios para muchos espacios, ya que sus integrantes son también públicos prioritarios y esenciales en su quehacer. En esta línea, destaca la cocreación de Todos arriba, un montaje escénico gestionado por Espacio Matta en honor a los 50 años del mural El primer gol del pueblo chileno de Roberto Matta, que incluyó la participación de las y los jóvenes y adultos de la Orquesta Sinfónica y el Ballet Municipal de La Granja. En tanto, el Teatro Regional Lucho Gatica trabajó con el Coro Polifónico e integrantes del Taller de teatro de la comuna de Rancagua, quienes cocrearon Rojo Primario, una producción teatro-audiovisual. Por su parte, el Teatro Municipal de Chillán conformó un grupo creativo de profesionales y artistas locales de las áreas de la literatura, teatro y música para cocrear un montaje escénico interdisciplinario, basado en poemas de creadores chillanejos.

Además de fomentar la participación, el desarrollo de públicos también puede ser catalizador de integración y fortalecimiento de las comunidades culturales. Un ejemplo de ello es el montaje de cocreación que impulsó la Corporación Municipal de Arte y Cultura Rapa Nui sobre su cosmovisión ancestral y el desarrollo sostenible, donde un grupo de jóvenes participó en los distintos ámbitos de creación escénica para dar forma a la obra M de mamá, estrenada de manera presencial. En tanto, la Corporación Cultural de Recoleta enfocó su trabajo en la población migrante que habita cerca del espacio mediante la creación colaborativa de Lejana tierra mía, un montaje que cruza teatro y documental, que valoriza las memorias y experiencias de sus participantes; y también realizó una cocreación escénica con habitantes del Condominio Justicia Social I de la Inmobiliaria Popular de Recoleta que, con la colaboración del Colectivo Teatral Obras Públicas, dieron vida a Comunidad construye, un relato en torno a la identidad, memoria y derecho a la vivienda digna.

Para conocer y profundizar más de estas experiencias, sus aprendizajes y recomendaciones, este 1 y 2 de septiembre, a las 9.30 horas, se realizará el I Encuentro Nacional de Desarrollo de Públicos mediante transmisión en línea por esta web y las plataformas digitales del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Las inscripciones, para profesionales y estudiantes de Chile y el extranjero, aún están abiertas en este enlace.


[1] Para profundizar en este ámbito, te recomendamos revisar la conferencia de Steven Hadley en el III Seminario de Desarrollo de Públicos, realizado en junio pasado, disponible en este enlace.

[2] Como visionado y lectura complementaria, puedes revisar las conferencias de Alessandra Gariboldi y Macarena Cuenca en el marco del III Seminario de Desarrollo de Públicos disponible aquí y también puedes consultar el Estudio sobre Desarrollo de Públicos. Cómo poner a los públicos al centro de las organizaciones culturales, realizado por la Dirección General de Educación, Juventud, Deporte y Cultura de la Comisión Europea.

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